No estás, pero estás a veces.

No estás, pero estás a veces. Vienes, te quedas un rato, después desapareces. Y luego ya no vienes, y entonces creo que ya te fuiste muy lejos de verdad, pero luego cuando menos me lo espero llegas de nuevo, no dices nada, vienes y vas constantemente. De pronto volteo y no te veo, entonces cierro los ojos y te veo otra vez. Cuando los abro, a veces ya apareciste de nuevo, pero a veces tardas más. Y yo voy a otros lugares, pero ahí también llegas, hasta lugares inimaginables.

Y eso me gusta porque estás conmigo, aunque yo sepa que no es siempre, pero sí es a veces, y esas veces son hermosas. Entonces cuando vienes yo sonrío, y tú sabes que es por ti, y tú sonríes también, y yo siento que es por mí. Y no decimos nada porque no nos salen las palabras de la emoción. Yo te miro, y siento alegría de que hayas vuelto. En ese momento ni siquiera pienso en que te vas a ir después. En ese momento no pienso nada.

Luego ya empezamos a hablar, aunque a veces simplemente nos quedamos en silencio y nos comunicamos de otra forma, con miradas por ejemplo, y así pasamos muchas horas sin darnos cuenta.

Y es por eso que es todo tan bello, porque el tiempo y el espacio dejaron de ser obstáculo hace tiempo.

Deja un comentario